Perdido en lo alto de una meseta, sin ríos que le refresquen ni árboles que le cobijen, embriagado por una aparente soledad se alza Ujué, un bello pueblo medieval de estrechas calles que recorren pronunciadas cuestas para concluir, en lo alto, ante el Santuario-Fortaleza de Santa María de Ujué. Situado en la Zona Media, Ujué es uno de los principales lugares de culto navarro y espectacular mirador sobre la cordillera pirenaica y la planicie de la ribera. El pueblo en su conjunto constituye un ejemplo excepcional de villa medieval. Se asienta sobre un montículo de fuertes pendientes por las que desciende escalonadamente hasta que, en la parte baja del pueblo, el trazado laberíntico se ensancha. Las fachadas de las casas, de apariencia antigua, exhiben amplios portalones, y las mansiones, unas barrocas y otras de carácter popular, están ennoblecidas por grandes escudos. En la parte más alta, se erige el santuario fortaleza de Santa María de Ujué, cuya construcción se prolongó a lo largo de los siglos. Sobre una iglesia prerrománica se edificó otra románica (XI-XIII) y en el siglo XIV s…