El castillo de Peracense se ubica en las estribaciones de la Sierra Menera, adaptándose perfectamente a la orografía existente. Tras una ocupación incial en la Edad del Bronce, fue utilizado en época islámica, durante los siglos X y XI. A finales de la Edad Media recupera su importancia por su ubicación estratégica entre los reinos de Castilla y Aragón. El castillo sería reocupado durante la Primera Guerra Carlista.